martes, 5 de julio de 2011

Llegando profundo


Silencio, apenas la respiración bocal resuena en el ambiente. Se siente el roce de las burbujas en ascenso con el agua, el cuerpo flota, la mente se expande, y de pronto te das cuenta de que haz llegado a otro mundo, el mundo submarino.

Algunos lo definen como la experiencia de estar dentro del vientre materno, otros como volar y también como entrar al mundo de la paz en donde somos visitantes pero el mismo tiempo formamos parte del agua que acoge todo nuestro cuerpo.

Aunque muchas veces no valoramos nuestro mar porque es frío, porque es fuerte, no tenemos idea del privilegio que tenemos en nuestras costas chilenas. Es por eso que el buceo es un deporte que cada día gana más adeptos y fanáticos, ya que los que experimentan la aventura y se conectan con el mar, descubren un mundo al que sin duda quieren volver.

Es cierto que el agua en Chile es fría, pero gracias a la tecnología existen trajes desde secos (con los que puedes bucear sin que te entre una gota) hasta los húmedos, pero con una protección tal que no sientes frío bajo el agua. Por lo tanto, esa variable ya está controlada.

También es cierto que el mar es fuerte, pero existen centros ubicados en lugares estratégicos, como lo es Tiempo de Fondo en Zapallar, que están protegidos naturalmente, y cuando hay marejadas en la Zona Central, aun se puede bucear bien en Zapallar. Cuando el mar está bueno, alcanza una visibilidad hasta de 20 metros, simplemente increíble. Otra variable controlada.

Ahora, la riqueza marítima en flora y fauna es algo que ni la tecnología puede controlar, y ese es nuestro punto fuerte. Gracias a la corriente de Humbolt, y a corrientes que llegan desde Juan Fernandez, tenemos un mundo marino rico en especies de vida vegetal y animal.

Este mundo, que muchas veces nos parece lejano e inalcanzable y sin embargo está ahí, esperando a que te atrevas a dar tu primer respiro bajo el agua. Una de las mejores experiencias que viví fue el sábado 5 de marzo  en donde ocurrió algo increíble bajo el agua. En el Bajo de La Cruz, cerca de la Caleta de Zapallar, un cardumen de cientos de peces (júreles, castañetas y gavinzas) era perseguido por vidriolas (peces de gran tamaño con una franja amarilla en el centro) que andaban cazando, desde abajo se veía una nube de peces moviéndose a una velocidad impresionante. Luego en el asenso a la superficie fuimos rodeados por el cardúmer quedando insertos en el medio de la fiesta.
 
Punto de conexión con la Aguamama

Al observar la madre naturaleza desde este punto de vista, nos ayuda a conectarnos con lo que somos parte. No debemos olvidar que nuestros ancestros fueron seres acuáticos, venimos de cierta forma del mar, y gracias a la tecnología podemos volver a experimentarlo. El hecho de poder respirar bajo el agua, poder flotar y dejarse llevar por corrientes es algo que emociona a todo aquel que se diga un amante de la naturaleza.

Tiempo de Fondo realiza desde bautizos, para quien nunca ha buceado con equipo autónomo, hasta cursos de instructores de buceo. Tienen equipos de última tecnología para garantizarte de que vas a disfrutar el buceo de una manera segura.